Poemas de Emilio Prados


ALBA RÁPIDA

¡Pronto, deprisa, mi reino,
que se me escapa, que huye,
que se me va por las fuentes!

¡Qué luces, qué cuchilladas
sobre sus torres enciende!
Los brazos de mi corona,
¡qué ramas al cielo tienden!
¡Qué silencios tumba el alma!
¡Qué puertas cruza la Muerte!
¡Pronto, que el reino se escapa!
¡Qué se derrumban mis sienes!
¡Qué remolino en mis ojos!
¡Qué galopar en mi frente!
¡Qué caballos de blancura
mi sangre en el cielo vierte!
Ya van por el viento, suben,
saltan por la luz, se pierden
sobre las aguas...
                     Ya vuelven
redondos, limpios, desnudos...
¡Qué primavera de nieve!

Sujetadme el cuerpo, ¡pronto!,
¡que se me va!, ¡que se pierde
su reino entre mis caballos!,
¡que lo arrastran! , ¡que lo hieren!
¡que lo hacen pedazos, vivo,
bajo sus cascos celestes !
¡Pronto, que el reino se acaba!
¡Ya se le tronchan las fuentes!
¡Ay, limpias yeguas del aire!
¡Ay, banderas de mi frente!
¡Qué galopar en mis ojos!
Ligero, el mundo amanece...


*


ALVORADA RÁPIDA

Rápido, depressa, o meu reino,
que se escapa, que foge,
que volta às origens!

Que luzes, que golpes
acende sobre as suas torres!
Os braços da minha coroa,
que ramos ao céu estendem!
Que silêncios tomba a alma!
Que portas cruza a Morte!
Rápido, que o reino escapa!
Que descaem as minhas têmporas!
Que remoinho nos meus olhos!
Que galopar no meu rosto!
Que cavalos de brancura
o meu sangue no céu verte!
Já vão pelo vento, ascendem,
saltam pela luz, perdem-se
sobre as águas…
                        Já voltam
redondos, limpos, desnudos…
Que primavera de neve!

Sujeita-me o corpo, rápido!,
que se me vá!, que se perde
o seu reino entre os meus cavalos!,
que os arrastam!, que o ferem!
que o fazem pedaços, vivo,
sob os seus cascos celestes!
Rápido, que o reino se acaba!
Já se destroem as origens!
Ai, limpas éguas do ar!
Ai, bandeiras do meu rosto!
Que galopar nos meus olhos!
Ligeiro, o mundo amanhece…



*



CERRÉ MI PUERTA AL MUNDO…

Cerré mi puerta al mundo;
se me perdió la carne por el sueño...
Me quedé, interno, mágico, invisible,
desnudo como un ciego.

Lleno hasta el mismo borde de los ojos,
me iluminé por dentro.

Trémulo, transparente,
me quedé sobre el viento,
igual que un vaso limpio
de agua pura,
como un ángel de vidrio
en un espejo.


*


FECHEI A MINHA PORTA AO MUNDO…

Fechei a minha porta ao mundo;
perdeu-se-me a carne pelo sonho…
Permaneci, interno, mágico, invisível,
desnudo como um cego.

Cheio até a mesma borda dos olhos,
iluminei-me por dentro.

Trémulo, transparente,
permaneci sobre o vento,
como um copo limpo
de água pura,
como um anjo de vidro
num espelho.



*



DORMIDO EN LA YERBA

Todos vienen a darme consejo.
Yo estoy dormido junto a un pozo.

Todos se acercan y me dicen:
-La vida se te va,
y tú te tiendes en la yerba,
bajo la luz más tenue del crepúsculo,
atento solamente
a mirar cómo nace
el temblor del lucero
o el pequeño rumor
del agua, entre los árboles.

Y tú te tiendes sobre la yerba:
cuando ya tus cabellos
comienzan a sentir
más cerca y fríos que nunca,
la caricia y el beso
de la mano constante
y sueño de la luna.

Y tú te tiendes sobre la yerba:
cuando apenas si puedes
sentir en tu costado
el húmedo calor
del grano que germina
y el amargo crujir
de la rosa muerta.

Y tú te tiendes sobre la yerba:
cuando apenas si el viento
contiene su rigor,
al mirar en ruina
los muros de tu espalda,
y, el sol, ni se detiene
a levantar tu sangre del silencio.-

Todos se acercan y me dicen:
-Tú duermes en la tierra
y tu corazón sangra
y sangra, gota a gota
ya sin dolor, encima de tu sueño,
como en lo más oscuro del jardín, en la noche,
ya sin olor, se muere la violeta.-
Todos vienen a darme consejo.
Yo estoy dormido junto a un pozo.

Sólo, si algún amigo mío
se acerca, y, sin pregunta
me da un abrazo entre las sombras:
lo llevo hasta asomarnos
al borde, juntos, del abismo,
y, en sus profundas aguas,
ver llorar a la luna y su reflejo,
que más tarde ha de hundirse
como piedra de oro,
bajo el otoño frío de la muerte.


*


ADORMECIDO NA ERVA

Todos vêm dar-me conselhos.
Eu estou adormecido junto a um poço.

Todos se aproximam e me dizem:
- A vida passa,
e estiras-te na erva,
sob a luz más ténue do crepúsculo,
atento somente
a contemplar como nasce
o tremor do brilho
ou o pequeno rumor
da água, entre as árvores.

E estiras-te sobre a erva:
quando os teus cabelos já
começam a sentir
mais próximos e frios que nunca,
a carícia e o beijo
da mão constante
e sonho da lua.

E estiras-te sobre a erva:
quando apenas possas
sentir de um lado
o húmido calor
do grão que germina
e o amargo crepitar
da rosa morta.

E estiras-te sobre a erva:
quando apenas o vento
contenha o seu rigor,
ao olhar a ruína
os muros da tua coluna,
e, o sol, nem se detém
a levantar o teu sangue do silêncio. –

Todos se aproximam e me dizem:
- Tu dormes na terra
e o teu coração sangra
e sangra, gota a gota
já sem dor, por cima do teu sonho,
como no mais escuro do jardim, na noite,
já sem odor, morre a violeta. –
Todos vêm dar-me conselhos
Eu estou adormecido junto a um poço.

Só, se algum amigo meu
se aproxima, e, sem pregunta
dá-me um abraço entre as sombras:
levo-o até assomarmos
à margem, juntos, do abismo,
e, nas suas profundas águas,
ver chorar a lua e o seu reflexo,
que mais tarde há-de afundar-se
como pedra de ouro,
sob o Outono frio da morte.



*



POSESIÓN LUMINOSA

Igual que este viento, quiero figura
de mi calor ser y, despacio,
entrar donde descanse tu cuerpo del verano;
irme acercando hasta él sin que me vea;
llegar, como un pulso abierto latiendo en el aire;
ser figura del pensamiento mío de ti,
en su presencia; abierta carne de viento,
estancia de amor en alma.

Tú - blando marfil de sueño, nieve de carne,
quietud de palma, luna en silencio -,
sentada, dormida en medio de tu cuarto.
Y yo ir entrando igual que un agua serena,
inundarte todo el cuerpo hasta cubrirte, y, entero,
quedarme ya así por dentro como el aire en un farol,
viéndote temblar, luciendo, brillar en medio de mí,
encendiéndote en mi cuerpo,
iluminando mi carne toda ya carne de viento.


*


POSSESSÃO LUMINOSA

Igual que este vento, quero figura
do meu calor ser e, devagar,
entrar onde descanse o teu corpo do Verão;
ir-me aproximando até ele sem que me veja;
chegar, como um pulso aberto latindo no ar;
ser figura do meu pensamento de ti,
na sua presença; aberta carne de vento,
estância de amor na alma.

Tu – brando marfim de sonho, neve de carne,
quietude de palma, lua em silêncio -,
sentada, adormecida no meio do teu quarto.
E eu vou entrando como uma água serena,
inundando-te todo o corpo até cobrir-te, e, inteiro,
permanecer assim por dentro como o ar num farol,
vendo-te tremer, luzindo, brilhar no meio de mim,
acendendo-te no meu corpo,
iluminando a minha carne toda já carne de vento.



*



APARENTE QUIETUD

Aparente quietud ante tus ojos,
aquí, esta herida —no hay a jenos límites—,
hoy es el fiel de tu equilibrio estable.
La herida es tuya, el cuerpo en que está abierta
es tuyo, aun yerto y lívido. Ven, toca,
baja, más cerca. ¿Acaso ves tu origen
entrando por tus ojos a esta parte
contraria de la vida? ¿Qué has hallado?
¿Algo que no sea tuyo en permanencia?
Tira tu daga. Tira tus sentidos.
Dentro de ti te engendra lo que has dado,
fue tuyo y siempre es acción continua.
Esta herida es testigo: nadie ha muerto.


*


APARENTE QUIETUDE

Aparente quietude ante os teus olhos,
aqui, esta ferida – não há limites alheios -,
hoje é o fiel do teu equilíbrio estável.
A ferida é tua, o corpo em que está aberta
é teu, ainda hirto e lívido. Vem, toca,
baixa-te, más perto. Vês por acaso a tua origem
entrando pelos teus olhos a esta parte
contrária da vida? O que é que encontraste?
Algo que não seja teu em permanência?
Saca a tua arma. Saca os teus sentidos.
Dentro de ti engendra-se o que deste,
foi teu e sempre será acção contínua.
Esta ferida é testemunho: ninguém morreu.



*







Emilio Prados (Málaga, Espanha - México;  1899 – 1962)


Tradução: Sandra Santos

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