Gerardo Diego (Espanha)


ADENTRO, MÁS ADENTRO…

Adentro, más adentro,
hasta encontrar en mí todas las cosas.
Afuera, más afuera,
hasta llegar a ti en todas las cosas.

secreto panteísmo.
Mi oración es así.
Tú estás en todo
y todo en mí.


*


DENTRO, MAIS DENTRO…

Dentro, mais dentro,
até encontrar em mim todas as coisas.
Fora, mais fora,
até chegar a ti em todas as coisas.

secreto panteísmo.
A minha oração é assim.
Tu estás em tudo
e tudo em mim.




*




AUTORRETRATO

Todo lo que llevo dentro
está ahí fuera.
Se ha hecho -fiel a sí mismo-
mi evidencia.
Mis pensamientos son montes,
mares, selvas,
bloques de sal cegadora,
flores lentas.
El sol realiza mis sueños,
me los crea
y el viento pintor, errante,
-luz, tormenta-
pule y barniza mis óleos,
mis poemas,
y el crepúsculo y la luna
los avientan.

Podéis tocar con las manos
mi conciencia.
Gozar podéis con los ojos
-negro y sepia-
los colores y las tintas
de mis penas.
Y eso que os roza el labio,
bruma o seda,
es mi amor -flores o pájaros
que revuelan-
mis amores, criaturas
libres, sueltas.

Todo lo que fuera duerme,
queda o pasa,
todo lo que huele o sabe,
toca o canta,
conmigo dentro se ha hecho
viva entraña,
víscera oscura y distinta,
sueño y alma.
Si pudierais traspasarme
os pasmarais.
Todo está aquí, aquí dormido.
Dibujada
llevo en mi sangre y mi cuerpo
cuerpo y sangre de mi patria.
Luces y luces de cielo,
cosas santas.
Todo lo que está aquí dentro
fuera estaba.
Todo lo que estaba ahí fuera
dentro calca.
El universo infinito
me enmaraña;
auscultadme, soy su cárcel
sin ventanas.

Escuchadme, dentro, fuera,
donde os plazca.
Mis más íntimos secretos
por el aire los pregonan
y los cantan.


*


AUTO-RETRATO

Tudo o que levo dentro
está aí fora.
Fez-se – fiel a si mesma –
A minha evidência.
Os meus pensamentos são montes,
mares, selvas,
blocos de sal ofuscante,
flores lentas.
O sol realiza os meus sonhos,
cria-mos
e o vento pintor, errante,
- luz, tormenta –
pule e enverniza os meus óleos,
os meus poemas,
e o crepúsculo e a lua
os bafejam.

Podeis tocar com as mãos
a minha consciência.
Gozar podeis com os olhos
- negro e sépia –
as cores e as tintas
das minhas penas.
E isso que vos roça o lábio,
bruma ou seda,
é o meu amor – flores ou pássaros
que revoam –
os meus amores, criaturas
livres, soltas.

Tudo o que fora dorme,
fica ou passa,
tudo o que cheira ou sabe,
toca ou canta,
comigo dentro se fez
viva entranha,
víscera escura e distinta,
sonho e alma.
Se pudésseis trespassar-me
espasmar-vos-íeis.
Tudo está aqui, aqui adormecido.
Desenhada
levo no meu sangue e no meu corpo
corpo e sangue da minha pátria.
Luzes e luzes de céu,
coisas santas.
Tudo o que estava aí fora
dentro caminha.
O universo infinito
me emaranha;
auscultai-me, sou a sua cárcere
sem janelas.

Escutai-me, dentro, fora,
onde vos agrade.
Os meus mais íntimos segredos
pelo ar os apregoem
e cantem.





*





EL SUEÑO

Apoya en mí la cabeza,
si tienes sueño.
apoya en mí la cabeza,
aquí, en mi pecho.
Descansa, duérmete, sueña,
no tengas miedo del mundo,
que yo te velo.
Levanta hacia mí tus ojos,
tus ojos lentos,
y ciérralos poco a poco
conmigo dentro;
ciérralos, aunque no quieras,
muertos de sueño.
Ya estás dormida. Ya sube,
baja tu pecho,
y el mío al compás del tuyo
mide el silencio,
almohada de tu cabeza,
celeste peso.
Mi pecho de varón duro,
tabla de esfuerzo,
por ti se vuelve de plumas,
cojín de sueños.
Navega en dulce oleaje,
ritmo sereno,
ritmo de olas perezosas
el de tus pechos.
De cuando en cuando una grande,
espuma al viento,
suspiro que se te escapa
volando al cielo,
y otra vez navegas lenta
mares de sueño,
y soy yo quien te conduce
yo que te velo,
que para que te abandones
te abrí mi pecho.
¿Qué sueñas?  ¿Sueñas?  ¿Qué buscan
- palabras, besos -
tus labios que se te mueven,
dormido rezo?
Si sueñas que estás conmigo,
no es sólo sueño;
lo que te acuna y te mece
soy yo, es mi pecho.
Despacio, brisas, despacio,
que tiene sueño.
Mundo sonoro que rondas,
hazte silencio,
que está durmiendo mi niña,
que está durmiendo
al compás que de los suyos
copia mi pecho.
Que cuando se me despierte
buscando el cielo
encuentre arriba mis ojos
limpios y abiertos.



*


O SONO

Apoia em mim a cabeça,
se tens sono.
apoia em mim a cabeça,
aqui, no meu peito.
Descansa, dorme, sonha,
não tenhas medo do mundo,
que eu te velo.
Levanta para mim os teus olhos,
os teus olhos lentos,
e fecha-os pouco a pouco
comigo dentro;
fecha-os, ainda que não queiras,
mortos de sono.

Já estás adormecida. Já sobe,
baixa o teu peito,
e o meu ao compasso do teu
mede o silêncio,
almofada da tua cabeça,
celeste peso.
O meu peito de varão duro,
tábua de esforço,
por ti se converte de penas,
almofadão de sonhos.
Navega na doce mareagem,
ritmo sereno,
ritmo de ondas preguiçosas
o de teus peitos.
De quando em vez uma grande,
espuma ao vento,
suspiro que te escapa
voando ao céu,
e outra vez navegas lenta
mares de sonho,
e sou eu quem te conduz
eu que te velo,
que para que te abandones
abri-te o meu peito.
Que sonhas? Sonhas? Que procuram
- palavras, beijos –
os teus lábios que te movem,
adormecido rezo?
Se sonhas que estás comigo,
não é apenas sonho;
o que te embala e acalenta
sou eu, é o meu peito.

Devagar, brisas, devagar,
que tem sono.
Mundo sonoro que rondas,
faz-te silêncio,
que está dormindo a minha menina,
que está dormindo
ao compasso que dos seus
copia meu peito.
Que quando me acorda
procurando o céu
encontre acima os meus olhos
limpos e abertos.




*




ELLA

¿No la conocéis? Entonces
imaginadla, soñadla.
¿Quién será capaz de hacer
el retrato de la amada?
Yo sólo podría hablaros
vagamente de su lánguida
figura, de su aureola
triste, profunda y romántica.
Os diría que sus trenzas
rizadas sobre la espalda
son tan negras que iluminan
en la noche. Que cuando anda,
no parece que se apoya,
flota, navega, resbala...
Os hablaría de un gesto
muy suyo..., de sus palabras,
a la vez desdén y mimo,
a un tiempo reproche y lágrimas,
distantes como en un éxtasis,
como en un beso cercanas...
Pero no: cerrad los ojos,
imaginadla, soñadla,
reflejada en el cambiante
espejo de vuestra alma.



*



ELA

Não a conheceis? Então
imaginai-a, sonhai-a.
Quem será capaz de fazer
o retrato da amada?

Eu apenas poderia falar-vos
vagamente da sua lânguida
figura, da sua aureola
triste, profunda e romântica.

Dir-vos-ia que as suas tranças
riçadas sobre as costas
são tão negras que iluminam
na noite. Que quando anda,

não parece que se apoia,
arma, navega, resvala…
falar-vos-ia de um gesto
muito seu…, das suas palavras,

à vez desdém e mimo,
a um tempo reprimenda e lágrimas,
distantes como num êxtase,
próximas como num beijo…

Mas não, fechai os olhos,
imaginai-a, sonhai-a,
reflectida no cambiante
espelho da vossa alma.  



*





Gerardo Diego 
(Santander, Cantabria – Madrid; Espanha; 1896-1987)


Tradução: Sandra Santos

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